Una característica clave es que la protección de capital se establece de forma individual para cada inversor. Esta protección corresponde al 80% del valor más alto que haya alcanzado la cuenta del inversor, es decir, se liquidan posiciones hasta dejar solo el 20% del portafolio y el 80% restante se invierte en posiciones que no fluctúan con el mercado, como por ejemplo un money market, bonos soberanos, entre otros. Al detectar una tendencia alcista retomamos automáticamente la posición del 80% protegido para ganar la subida de los mercados.